Guatemala, 14 sep (EFE).- El Gobierno de Guatemala celebró este sábado el cumplimiento de 198 años de la independencia de la corona española con un acto en una vacía Plaza de la Constitución, debido al fuerte operativo de seguridad y el estricto perímetro cerrado a la población.
El parque central y el Palacio Nacional de la Cultura lucieron pulcros pero sin público civil, puesto que dentro del perímetro el protocolo solo permitió la presencia de cadetes y bandas marciales, algo que no se había visto en una conmemoración como tal.
Desde tempranas horas, el director de la Policía Nacional Civil, Carlos Tohom, revisó el trabajo de sus agentes, desplegados en los alrededores y que tradicionalmente eran colmados por ciudadanos que llegaban a festejar la Guatemala independiente.
La organización Usac Es Pueblo, surgida de las protestas anticorrupción de 2015 y nacida del seno estudiantil de la Universidad de San Carlos (pública), publicó un vídeo en sus redes sociales que evidenciaba la Plaza de la Constitución ocupada únicamente por militares y policías.
“Atrincherados y completamente vacía luce la plaza central en la celebración de Jimmy Morales. Los únicos presentes son los cientos de policías y militares que movilizó y utilizó en vallas humanas para impedir que el pueblo llegase al Palacio Nacional para protestar contra él”, alegó el grupo.
Las calles del Centro Histórico, sin embargo, vivieron con fiesta y alegría los múltiples desfiles de estudiantes con bandas marciales y de grupos de personas corriendo hacia el Obelisco (sur de la ciudad) para encender el denominado “fuego patrio”.
Como es usual, el acto oficial comenzó con un tedeum en la Catedral Metropolitana, encabezado por el arzobispo en funciones, Raúl Antonio Martínez, y en el que participó el presidente del país, Jimmy Morales, con la primera dama, Patricia Marroquín de Morales, así como el vicepresidente, Jafeth Cabrera, su esposa, Elizabeth de Cabrera, y el Gabinete.
El mandatario y demás funcionarios se dirigieron al balcón principal del Palacio Nacional, desde donde presenciaron el disparo de las 21 salvas de artillería y escucharon la declaración del acta de independencia en boca del gobernador departamental de Guatemala, Iván Díaz.
Posteriormente, Morales leyó un discurso en el que demostró su “fervor patrio” y expresó su emoción: “Ver a la bandera ondear es una sensación indescriptible”, dijo.
Pidió a los guatemaltecos retomar “con convicción nuestra historia, nuestra fe y nuestros valores patrios”, que, sumados a las tradiciones del país centroamericano, “deben perdurar en futuras generaciones para que se mantenga ese espíritu de independencia”.
Subrayó que los guatemaltecos merecen “vivir sin divisiones, sin polarización ni confrontación”, por lo que pidió unirse “con mayor firmeza”, sobre todo ahora, en este “momento ideal para decirle al mundo que somos un pueblo que siempre luchará por su soberanía y prosperidad”.
Finalmente, Morales exclamó que quienes “por diferentes razones viven en el extranjero, y (…) están lejos de su amada Guatemala”, merecen especialmente “un saludo de mucho fervor patrio”, pues han hecho un “sacrificio” que es “heroico”, por lo que reconoció “a la comunidad migrante”.
Este jueves el presidente Morales presumió de los trabajos de restauración de la fachada principal del Palacio Nacional de la Cultura, que recuperó su color verde tradicional con el que fue erigido por el dictador Jorge Ubico 76 años atrás, en un acto que fue opacado por los gritos de “asesino” de manifestantes.
Un grupo de unas 50 personas interrumpió la ceremonia oficial después de conocer que las autoridades habían decidido retirar de la plaza las 41 cruces colocadas en un altar para recordar la muerte de otras tantas niñas el 8 de marzo de 2017, cuando murieron quemadas en un hogar estatal.
Ignorando esos clamores, el presidente celebró las obras de restauración realizadas en la fachada sur, o fachada principal, y aseguró que Guatemala tuvo “una de las casas de Gobierno más emblemáticas de América Latina y quizá del mundo” por la “majestuosidad de su diseño” que hoy “vuelve a tener el brillo que lo caracterizó desde el principio”.
Este edificio sigue siendo fiel testigo de las más representativas celebraciones cívicas, culturales y acontecimientos de importancia nacional, como son la celebración de Independencia con sus tradicionales desfiles y actos protocolarios, además de visitas de Estado.