Por Ernesto Garibay Mora
Los hermanos latinoamericanos en Estados Unidos que se encuentran sin documentos, enfrentan la incertidumbre de ser o no aprobada la reforma migratoria que les garantice su estadía de manera legal. Ojalá así sea.
Millones de éstos, principalmente centroamericanos, han cruzado por México, quien no ha sido consecuente con el pedir y el hacer en relación a las garantías que deben tener todos los individuos que transitan por nuestro país, independientemente de su estado migratorio. Si bien es cierto que existen leyes que regulan esa circunstancia, también lo es que el 99% de los migrantes intentan llegar a Estados Unidos, muy pocos deciden quedarse.
Ahora bien, el cruce por México de los migrantes, repito, centroamericanos, se ha convertido en toda una odisea, en donde va inmiscuido no sólo el abuso de las autoridades, que además tienen la obligación de protegerlos; también son presas de la delincuencia y de los accidentes en la llamada Bestia (tren de carga) que los conduce desde la frontera Sur hacia el centro del país; en ese sentido, no ha quedado claro cuál será el papel que desempeñen los infiltrados del Instituto Nacional de Migración (INM) entre los grupos migrantes, aún cuando el comisionado de INM, Ardelio Vargas Fosado, haya declarado que su objetivo es desarticular bandas de la delincuencia organizada, pero en contradicción sostiene que no tendrán funciones policiales, sino administrativas, es decir, tendrían una actividad de inteligencia.
En ese ámbito, es conocido y en muchos casos está documentado, que los migrantes que cruzan nuestra frontera sureña, temen a las autoridades. El 12 de enero de este año, el Movimiento Migrante Mesoamericano hizo pública la siguiente denuncia: “A todos los que trabajan en la línea de ayuda a los migrantes… actualmente se están reorganizando las bandas del crimen organizado cobrando cuotas de hasta 100 dólares por dejarlos abordar La Bestia…entre ellos vienen las famosas orejas, bandas de criminales…” El día 31 de ese mismo mes esa organización señaló: “El ambiente está muy tenso… estas advertencias corresponden con denuncias… en el sentido que se observa un incremento desmesurado de la violencia en la ruta migratoria… sin que la autoridad haya dado señales de actuar”.
Y con motivo del Día del Migrante apuntó: “Limpiar la ruta de conocidos y solapados criminales… pandillas, carteles… y autoridades corruptas… Tienen vínculos y complicidades en Estados Unidos y México… Delincuentes viajan en el lomo de La Bestia… Merodean en los albergues y en todo lugar donde los migrantes se congregan, secuestrando, extorsionando, robando, violando, asesinando, mezclados con migrantes… las comunidades y albergues son testigos y saben quiénes son y dónde están los delincuentes, pero la complicidad de las autoridades se descubre cuando a las denuncias no les dan trámite o acusan a las propias víctimas del delito denunciado”.
Bajo ello, el proyecto del INM, dará motivo, sin duda, a la perspicacia de una nueva ola de corrupción en tan trágico ruta… vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
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