San Salvador, 12 ago (EFE).- El Gobierno de Corea del Sur donará a El Salvador 5,3 millones de dólares que serán destinados a la segunda fase del plan de seguridad “Control Territorial” con el que el Ejecutivo de Nayib Bukele busca la recuperación de territorios controlados por pandillas, informó este lunes una fuente estatal.
El comisionado presidencial de Proyectos Estratégicos, Luis Rodríguez, señaló durante una entrevista en un canal local que el país asiático también mandará en septiembre a una delegación de expertos para capacitar a miembros de la Policía Nacional Civil (PNC), lo que contribuirá a “tener un cuerpo de seguridad pública más profesionalizado”.
Rodríguez, que no precisó la fecha en la que será entregado el donativo, indicó que la pasada semana visitó Corea del Sur para presentar al Gobierno y a la Agencia de Cooperación Internacional de la República de Corea (KOICA) los resultados de la primera fase del plan ‘Control Territorial’ y “buscar respaldo”.
La segunda fase del plan se seguridad fue lanzada el pasado 2 de julio y supone la implementación de programas de educación, salud, empleo, becas, deporte, arte, agua potable y vivienda, en comunidades asediadas por el accionar de las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18.
Bukele aseguró recientemente que con la implementación de la primera fase de dicho plan se ha logrado interrumpir “el funcionamiento normal de las estructuras de pandillas”, por lo que los homicidios “han bajado drásticamente”.
No obstante, el Ejecutivo de Bukele se ha negado constantemente a revelar a la prensa la cifra consolidada de los homicidios, pese a las constantes solicitudes de información.
El Salvador es considerado uno de los países más violentos del mundo por las tasas de entre 103 y 50,3 homicidios por cada 100.000 habitantes registrados entre 2015 y 2018.
La mayoría de estos crímenes son atribuidos a las pandillas MS13, las facciones Revolucionarios y Sureños del Barrio 18 y otras minoritarias.
Un estudio presentado por la Embajada de Estados Unidos en El Salvador en marzo de 2017 señala que el 62,4 % de los jóvenes que se han unido a las pandillas o “maras” en este país lo hicieron por “ocio” o “amistad”.
Las pandillas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones.