Bogotá, 9 ago (EFE).- Un juez colombiano absolvió este viernes a los hermanos de Rafael Uribe Noguera del supuesto encubrimiento de pruebas en el asesinato de la niña indígena Yuliana Samboní, perpetrado el 4 de diciembre de 2016 en Bogotá.
“El despacho no puede entrar a suponer nada”, indicó el juez encargado del caso de los hermanos Francisco y Catalina Uribe Noguera, imputados por la Fiscalía hace un año por las presuntas maniobras para favorecer a su hermano Rafael, condenado a 58 años de cárcel por el secuestro, violación y asesinato de la menor.
Para el juez, el hecho de que los hermanos hubieran borrado mensajes de sus teléfonos móviles el día del hecho no es prueba suficiente para condenarlos.
A pesar de la participación de peritos de una agencia de los Estados Unidos, dichos mensajes no se recuperaron y no fue posible establecer qué tipo de datos intercambiaron.
El 29 de junio de 2017 la Fiscalía acusó ante un juzgado de Bogotá a los hermanos Francisco y Catalina por la presunta destrucción de pruebas del crimen que tuvo lugar el 4 de diciembre de 2016.
Con esta acción, las autoridades consideraron en ese momento que los hermanos favorecieron el secuestro y el ocultamiento, alteración o destrucción del material probatorio.
Tras la decisión de hoy Francisco Uribe se mostró satisfecho con el resultado y dijo a periodistas que no es “quien para juzgar” a su hermano.
“Soy consciente de lo que hice, nadie está preparado para enfrentar esta situación, yo lo que hice fue llevarlo a la clínica y entregarlo a las autoridades”, comentó sobre su reacción al conocer el crimen.
La muerte de Samboní conmocionó a Colombia por la sevicia con la que actuó el asesino, quien la raptó en Bosque Calderón, una barriada colindante a Chapinero Alto, un barrio de clase acomodada de Bogotá.
Después la condujo a un apartamento de su propiedad donde la violó y estranguló, según el dictamen que elaboró el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
El caso, uno de los más mediáticos del país, tuvo la intervención de la Fiscalía, que siempre sostuvo que la escena del crimen fue manipulada.