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Claves de la apuesta de Trump hacia Asia

Washington, 2 ago (EFE).- El presidente, Donald Trump, llegó a la Casa Blanca empujado por el frenético deseo de cambiar la política exterior del país, pero en Asia ha seguido la línea de sus antecesores con un objetivo principal: ganar a China el pulso por la supremacía regional.

Fue Barack Obama (2009-2017) quien decidió que, después de las costosas guerras de Irak y Afganistán, era hora de que el país invirtiera en Asia, una región económicamente emergente.

Trump aceptó esa premisa y continuó con las políticas de Obama a nivel estratégico y militar, pero le ha dado su propio toque: ha priorizado las relaciones personales con diferentes líderes, como el norcoreano Kim Jong-un, y ha rechazado los pactos comerciales multilaterales.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, se dirigió esta semana en Bangkok a sus homólogos de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y arrojó un poco más de luz sobre la relación de Trump con Asia o con el “Indopacífico”, idea con la que la Administración ha conferido una mayor importancia estratégica a la India.

Estas son las cinco claves de la estrategia de Trump hacia Asia:

1. EL PULSO CON CHINA, UN “ENEMIGO-AMIGO”

Trump califica de “amigo” al presidente de China, Xi Jinping, pero los dos países tienen abiertos un sinfín de conflictos: la guerra comercial, el conflicto en torno al Mar de China Meridional y la venta de armas por parte de Washington a Taiwán, que Pekín considera parte de su territorio.

Y a esto hay que sumar la desconfianza entre las dos potencias en torno a Corea del Norte, aliado de China, así como las restricciones que Trump ha impuesto a la firma china Huawei al considerar que se encuentra al servicio del Gobierno chino para labores de espionaje, algo que Pekín niega.

En la reunión de ASEAN, Pompeo alertó de la “coacción” de Pekín en el Mar de China Meridional, región rica en recursos naturales y que el gigante asiático se disputa con Taiwán, Brunéi, Filipinas, Malasia y Vietnam.

2. LA SALIDA DE EE.UU. DEL TPP, UNA OPORTUNIDAD PARA CHINA

El mayor cambio que Trump ha hecho a la política de Washington hacia Asia tiene que ver con el comercio: el mandatario ha priorizado los tratados bilaterales y ha excluido a EE.UU. de cualquier intento de integración económica regional, como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).

Solo tres días después de llegar a la Casa Blanca, el 23 de enero de 2017, Trump retiró a su país del TPP, negociado por el Gobierno de Obama con el objetivo de contrarrestar a China.

En opinión de Brian Harding, que dirigió la estrategia del Pentágono hacia Asia entre 2009 y 2013, la salida de EE.UU. del TPP ha supuesto una oportunidad para China en el área comercial.

“En la región existe, en general, una preocupación sobre la fiabilidad de EE.UU. La personalidad de Trump no puede separarse de las políticas de la Administración. En realidad, hay una falta de predictibilidad que ocasiona malestar en el sudeste de Asia”, valoró Harding en declaraciones a Efe.

3. TRUMP SE “ENAMORÓ” DE KIM

Otro de los grandes cambios de Trump hacia Asia tiene que ver con Corea del Norte. Desde el final del Gobierno de George W. Bush (2001- 2009), la política de EE.UU. hacia Pionyang se ha basado en sanciones para aislar económicamente al régimen y forzarlo a acabar con su programa nuclear.

Al principio, el magnate neoyorquino siguió con las sanciones y llegó a amenazar a Pionyang con “fuego y furia” si seguía con el lanzamiento de misiles.

Luego, Trump y Kim iniciaron un proceso de negociación que no ha dado grandes frutos a nivel de contenido, pero ha deleitado a las cámaras de televisión: ambos protagonizaron en junio de 2018 la primera cumbre en la historia entre líderes de EE.UU. y Corea del Norte y, un año después, el presidente estadounidense se convirtió en el primero en pisar suelo norcoreano.

En un mitin en septiembre de 2018, Trump resumió el cambio en la relación con Kim de esta manera: “Yo estaba siendo muy duro y él también (…) Y luego nos enamoramos”.

4. LA IDEA DE UN INDOPACÍFICO “LIBRE Y ABIERTO”

Obama, nacido en Hawái, se definió como el “primer presidente estadounidense del Pacífico”, en un intento por mostrar a Asia que una “nueva era” había llegado en su relación con EE.UU.

Partiendo del camino iniciado por Obama, Trump ha proclamado que su objetivo es lograr una región del Indopacífico “libre y abierta”: una idea de Asia que otorga una posición central a la India y da una mayor importancia a Australia e Indonesia, en un intento por contener a China.

Y ese concepto, además, destaca las ideas de “libertad de coerción, respeto a la soberanía y mercados libres”, resumió a Efe Josh Kurlantzick, experto en Asia.

En la práctica, esta idea ha dado más peso a la India, país que lideró la creación de Movimiento de Países No Alineados y siempre ha tratado de mantener una relación equilibrada con Moscú y Washington.

5. ESTABILIDAD PARA AFGANISTÁN CON LA AYUDA DE INDIA

EE.UU. se encuentra enfrascado en un proceso de negociación con los talibanes afganos para poner fin a casi dos décadas de conflicto armado en el país asiático.

Trump ya está pensando en el día de después y en la forma de estabilizar Afganistán. Por eso, EE.UU. está intentando que India juegue un mayor papel en el desarrollo de esa nación, a la que ha donado 3.000 millones de dólares desde 2001.

Por su parte, Nueva Delhi valora positivamente la presencia de tropas estadounidenses en Afganistán y teme que Pakistán, con el que mantiene una relación hostil, aproveche la salida de Washington para extender sus tentáculos sobre Kabul e influir en el Gobierno afgano, algo que acabaría perjudicando a la India.

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