Mexico City, May 31 (EFE).- Mexico’s president said Friday he is confident the United States will desist from its threat to impose tariffs on the Aztec nation.
US President Donald Trump said Thursday night the US will impose escalating tariffs on Mexico unless it takes aggressive steps to stop the flow of illegal migrants from Central America.
“I say to all Mexicans that they need to trust, that we’re going to overcome this attitude of the United States government and that they’ll change course, because Mexico doesn’t deserve to be treated” in this manner, Andres Manuel Lopez Obrador said at his daily news conference at the National Palace.
He reiterated that Mexico will not fall into any provocation and will not take any “desperate” response to a potential US move that would have consequences for Mexico’s economy.
Trump announced Thursday on Twitter that he will impose a 5 percent tariff starting June 10 on all Mexican imports unless the neighboring country halts the northward flow of US-bound undocumented migrants.
“The Tariff will gradually increase until the Illegal Immigration problem is remedied,” the US president added.
A subsequent statement by the White House laid out a calendar of potential escalating tariffs.
“If the crisis persists … the Tariffs will be raised to 10 percent on July 1, 2019. Tariffs will be increased to 15 percent on August 1, 2019, to 20 percent on September 1, 2019, and to 25 percent on October 1, 2019.”
In response, Lopez Obrador sent a letter to Trump calling for dialogue and not confrontation and saying he does not believe in the precept of an “eye for an eye.”
He also urged his US counterpart not to transform the US from “the country of fraternity for the world’s migrants into a ghetto, a closed space, where migrants are stigmatized, mistreated, persecuted, expelled and the right for justice is canceled.”
On Friday, Lopez Obrador said he had received no indication that Trump or his team had responded to the letter.
Trump, for his part, took up the issue once again Friday on Twitter.
“Mexico has taken advantage of the United States for decades. Because of the Dems, our Immigration Laws are BAD. Mexico makes a FORTUNE from the U.S., have for decades, they can easily fix this problem. Time for them to finally do what must be done!” the US president said.
Lopez Obrador added in the news conference that Mexican Foreign Relations Secretary Marcelo Ebrard is in Washington and will stay there in a bid to find a solution to the bilateral dispute.
The Mexican president, who reiterated in the letter the need for development cooperation for Central America, also said Mexico has implemented measures to halt the flow of migration but insisted that the blame not be placed on those seeking opportunities in other countries.
Finally, he said he will continue the process of seeking ratification by Mexico’s Congress of a new trade agreement linking Mexico, the US and Canada.
That trade deal, -the United States-Mexico-Canada-Agreement (USMCA), is meant to supersede the North American Free Trade Agreement (NAFTA), which came into force in 1994.
Lopez Obrador’s administration began the process of securing legislative approval for the USMCA on Thursday, shortly before Trump’s announcement.
The US-Mexico border has been the scene of a months-long crisis, with a growing flow of undocumented migrants – mostly Central American families seeking asylum – trying to make their way to the US.
A total of 92,831 migrants crossed the US-Mexico border in March and that number rose to 98,977 in April, levels not seen over the past decade.
México mantiene diplomacia con EE.UU. pese al temor de una guerra comercial
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mantuvo este viernes la oferta de diálogo ante el anuncio del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, de imponer gravámenes a todos los productos mexicanos si no controla el flujo migratorio.
“Les digo a todos los mexicanos que tengan confianza, que vamos a superar esta actitud del Gobierno de Estados Unidos y que van ellos a rectificar porque México no merece un trato como el que se quiere aplicar”, dijo el mandatario desde Palacio Nacional.
La decisión de Trump de aplicar aranceles del 5 % a partir del 10 de junio -y aumentar los gravámenes gradualmente hasta el 25 %- si México no frena la creciente migración hacia su vecino del norte ha sentado como un jarro de agua fría.
Paradójicamente, la jornada del jueves arrancó con el anuncio del Gobierno mexicano de iniciar trámites con el Senado para pedir la ratificación del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Horas después, el presidente estadounidense dinamitaba el avance del T-MEC -y facilitaba una guerra comercial- con la imposición de estos aranceles.
Pero López Obrador evitó la confrontación con el temperamental Trump tal y como ha hecho desde que inició su mandato el 1 de diciembre.
Ante esta grave situación, el líder izquierdista anunció que un equipo de diplomáticos encabezado por el canciller, Marcelo Ebrard, puso este mismo viernes rumbo a Washington para buscar una solución.
“Que busque con funcionarios del Gobierno de Estados Unidos comunicación e intercambios de puntos de vista, y que se llegue a un acuerdo”, apuntó el mandatario.
Tras darse a conocer el anuncio, Ebrard expuso en Twitter que buscará “entablar conversaciones a la brevedad” con las autoridades estadounidenses.
Y a modo de recordatorio, agregó que México es el principal socio comercial de Estados Unidos, y que ni el flujo migratorio de centroamericanos ni el elevado consumo de drogas allí “son responsabilidad” de México.
La misión diplomática coincide con la apelación a la “unidad nacional” de López Obrador, quien aseguró que informará constantemente a los mexicanos de la situación.
La oposición política mexicana tampoco tardó en manifestarse en favor de López Obrador, mostrándole su respaldo.
Pese a este apoyo unánime y a la llamada al diálogo, la noticia ha convulsionado los mercados y el peso arrancó la jornada rondando las 19,75 unidades por billete verde, un nivel que no se veía desde finales de diciembre.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) también arrancó con pérdidas superiores al 1,7 %.
Las razones de este descalabro son comprensibles, pues Estados Unidos es el principal socio comercial de México.
El país exportó entre enero y noviembre de 2018 a Estados Unidos productos por valor de 328.059 millones de dólares, lo que representa el 79,4 % de las exportaciones totales.
En su mayoría fueron bienes relacionados con el sector de la automoción, según datos del Gobierno mexicano.
Y en la dinámica frontera entre ambos países -en la que Trump quiere construir un muro en sus más de 3.000 kilómetros- el intercambio comercial suma miles de millones de dólares al día.
A la salida de un evento, el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, opinó que, de aplicarse los aranceles en el país, habría un impacto en el crecimiento de la economía, que ya está en horas bajas.
Aunque López Obrador apuesta que México crecerá al 2 % este 2019 y a un 4 % en promedio anual durante su sexenio, el instituto emisor rebajó esta semana el crecimiento de la economía a un rango de entre 0,8 % y 1,8 %.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) manifestó en un boletín que la posición de Trump no tiene “justificación”.
“Los asuntos migratorios no deben contaminar y perjudicar la estrecha relación comercial”, consideró la patronal.
También apuntó que debe “prevalecer el diálogo” y enfrentar asuntos como la migración “sin dañar el futuro de desarrollo y prosperidad compartida”.
En declaraciones a Efe, la coordinadora de la Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, Aribel Contreras, alertó del “impacto muy fuerte” de estas medidas anunciadas.
La analista apuntó que esta decisión unilateral de Washington, claramente “proteccionista”, “viola la normatividad de la Organización Mundial de Comercio (OMC)”.
No obstante, lo que ha hecho saltar todas las alarmas es la vinculación directa de un asunto comercial con el fenómeno migratorio.
La frontera entre Estados Unidos y México vive desde hace meses una situación de crisis por el creciente flujo de migrantes, en su mayoría familias centroamericanas solicitantes de asilo.
En marzo cruzaron 92.831 migrantes y en abril fueron 98.977, una cifras sin precedentes en la última década.
Según datos del Instituto Nacional de Migración (Inami) de México, en abril se deportaron 14.970 personas, casi triplicando los 5.717 personas deportadas en diciembre.
López Obrador, que tiene un plan de desarrollo para Centroamérica y busca apoyo del Gobierno de Estados Unidos, fue muy claro este viernes.
“Se están atendiendo los flujos migratorios pero también seguimos insistiendo en atender el problema de fondo”, dijo el presidente, quien defendió el “derecho a vivir