Rio de Janeiro, May 9 (EFE).- An exhibit that opened Thursday in this Brazilian metropolis is showcasing the results of an Amazon program that encourages artists and creators to reflect on nature and landscape.
The Z42 contemporary gallery, located in a large house nestled on the side of Rio de Janeiro’s emblematic Corcovado hill, is hosting the “How to Talk to Trees” exhibit, the product of an international artistic immersion program in the Amazon rainforest that has been promoted in recent years by the non-governmental organization Labverde.
A program financed by international partners such as University of the Arts London, Labverde periodically selects 30 artists from different countries and provides them lodging for 10 days at an environmental reserve run by Brazil’s state-run National Institute of Amazonian Research (INPA).
During their stay, the artists are encouraged to create works that explore the connection between science, art and the natural environment.
Artists are invited via a selection process “to take part in an immersion (experience) in the rainforest,” the coordinator and curator of the Labverde program, Lilian Fraiji, told EFE.
“They receive information from scientists and undergo an environmental experience so that they can resignify it through culture,” she added.
The artists are lodged at the scientific headquarters of the Adolpho Ducke Forest Reserve, where 10,000 hectares (24.700 acres) of primary rainforest are dedicated to scientific research.
They attend talks given by INPA scientists about the Amazon ecosystem, its importance in mitigating climate change and the harmful impact of deforestation.
The artists also take part in conferences and debates with guests in the cultural sphere and go on expeditions in the rainforest, including a three-day boat trip that provides them with access to coastal communities and aquatic ecosystems.
A total of 342 artists applied for a place in this year’s program, which will be held in August.
Each would-be participant presented a preview of the work they intend to start developing during their stay; if selected, they are to bring a portion of the materials they plan to use.
They later will have three months to present their finished work, which will be included in special catalogs or promoted in regional exhibitions like one held in New York in 2018.
The exhibit that opened Thursday in Rio de Janeiro and will run through June 28, meanwhile, features the work of 20 past participants and recaps the results of six previous art immersion programs dating back to 2013, when four Brazilians took part in the inaugural Labverde.
“This exhibit is an overview of the Labverde experience. There are artists who participated in the first edition of the program, which was an embryo that has already sprouted. We have artists of several nationalities who went through the program and several languages (disciplines): painting, sculpture, installations, music, soundscapes and various discussions,” Fraiji said.
The works on display include ones by Brazilian artist Rodrigo Braga, who participated in the pilot project in 2013; Cuba’s Bianca Lee Vazquez; Italy’s Fabian Albertini; Chile’s Lorenzo Moya; and Mozambique’s Pedro Vaz.
American Lisa Schonberg, who has participated in three editions of Labverde, has presented in Rio five percussion-based compositions inspired by the sounds of Amazon ants.
Schonberg, who made her discovery thanks to the help of highly sensitive microphones, also is collaborating with scientists on a research project on how these insects communicate through sound.
“During the immersion, we establish direct contact with nature and interact with artists and scientists. Over 10 days, while experiencing the reality of the rainforest, I developed several projects, some related to the landscape but others to the ideas of scientists,” Brazilian painter Renata Padovan told EFE.
“I’d definitely repeat the experience because the stay is very intense and it’s not possible to absorb in such a short period of time all the knowledge conveyed by the scientists and other artists. It was a very rich and rewarding time,” Brazilian visual artist Claudia Tavares said.
La Amazonía brasileña contada por 20 artistas
Río de Janeiro, 9 may (EFE).- La relación entre arte, naturaleza y ciencia se expone desde este jueves en Río de Janeiro gracias a la inmersión de 20 creadores en una reserva ambiental de la Amazonía brasileña, que alberga la mayor selva tropical del mundo.
La galería Z42 Arte, un caserón ubicado en las faldas del cerro del Corcovado, exhibirá hasta el 28 de junio la muestra “Cómo hablar con los árboles”, el resultado de un proyecto internacional de residencia artística en el corazón de la Amazonía promovido en los últimos años por la organización no gubernamental Labverde.
Con financiación de socios internacionales como la Universidad de Artes de Londres, el proyecto selecciona semestralmente a 30 artistas de diferentes países, a los que interna durante 10 días en una reserva ambiental administrada por el estatal Instituto Nacional de Pesquisas sobre la Amazonía (INPA) de Brasil, para explorar en sus obras las relaciones entre arte, naturaleza y ciencia.
“Hacemos un proceso selectivo para invitar a artistas para que vivan una inmersión en la selva, reciban informaciones de científicos y tengan una vivencia del ambiente, para que lo resignifiquen a través de la cultura”, explicó a Efe la comisaria del proyecto y de la exposición, Lilian Fraiji.
Los artistas conviven en las instalaciones de la reserva Adolpho Ducke, que cuenta con 10.000 hectáreas preservadas de selva para la investigación científica, en donde participan en conferencias de científicos del INPA sobre el ecosistema de la Amazonía, su importancia para amenizar los cambios climáticos y el impacto de la deforestación en la selva.
Igualmente participan en conferencias y debates con invitados del área de la cultura, como comisarios y artistas que ya cuentan con un histórico de compromiso con la ecología, y realizan expediciones al interior de la selva, así como un viaje en barco de tres días.
Para ser seleccionado, en un concurso que para este año ya cuenta con 342 artistas interesados en los 30 cupos, el participante tiene que presentar un proyecto sobre la obra que pretende realizar durante la residencia, a la que ya llevan parte de los materiales que usarán, para poder iniciarla durante la propia inmersión.
Después tienen plazo de tres meses para presentar la obra resultante, que son reunidas en catálogos especiales o promovidas en exposiciones regionales, como la realizada en Nueva York en 2018.
La exposición que abre hoy en Río de Janeiro con obras de 20 de los residentes, en cambio, resume el resultado de las seis inmersiones ofrecidas a unos 100 artistas de 30 países desde 2013, cuando el proyecto comenzó con cuatro brasileños.
“Esta exposición es un panorama de la experiencia de Labverde. Hay artistas que participaron en la primera edición del programa, que era un embrión que ya brotó. Tenemos artistas de varias nacionalidades que pasaron por el programa y varios lenguajes: pintura, escultura, instalaciones, música, paisajes sonoros y varias discusiones”, aseguró la comisaria.
Entre las obras expuestas figuran las del brasileño ya consagrado Rodrigo Braga, que participó en el proyecto piloto en 2013; la cubana Bianca Lee Vásquez, el italiano Fabián Albertini, el chileno Lorenzo Moya y el mozambiqueño Pedro Vaz.
La estadounidense Lisa Schonberg, que ha participado en tres ediciones del proyecto, presenta en Río de Janeiro un concierto de percusión con cinco composiciones que creó inspiradas en los sonidos de las hormigas de la Amazonía.
Schonberg descubrió con la ayuda de micrófonos de altísima sensibilidad que las hormigas emiten sonidos para comunicarse y, además del producto musical que compuso como resultado de sus residencias, está colaborando con científicos en una investigación sobre la comunicación de estos insectos.
Para los participantes, la experiencia es única y fuente no sólo de la obra resultante de la residencia sino de otros varios trabajos que aún desarrollan.
“Durante la inmersión establecemos un contacto directo con la naturaleza e intercambiamos con artistas y científicos. Durante 10 días, viviendo la realidad de la selva, desarrollé varios proyectos, algunos relacionados con el paisaje pero otros con las ideas de los científicos”, dijo a Efe la pintora brasileña Renata Padovan.
“Con seguridad repetiría la experiencia porque la vivencia es muy intensa y no es posible absorber en tan poco tiempo todo el conocimiento pasado por los científicos y otros artistas. Fue un período muy rico y fértil”, dijo por su parte la artista plástica brasileña Cláudia Tavares.