Noviembre 17, 2016
Por Ernesto I. Garibay Mora
Insisto, la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos es preocupante, no sólo para México, sino para el mundo entero, aunque hay quienes dudan que el discurso que utilizó durante su campaña se haga realidad. Yo pienso lo contrario, toda vez que en menos de una semana de las elecciones antidemocráticas se han suscitado eventos lamentables.
Veamos con un poco más de detalle el contexto en que se está fraguando la composición del gabinete de Trump. Es probable que en la Agencia de Protección Ambiental (EPA) desaparezca y la que la supla sea dirigida por Myron Ebell, que al igual que Trump ha negado la veracidad del cambio climático. Este personaje a través de su historia política ha promovido los derechos de propiedad y criticado duramente la Ley de Especies en Peligro de Extinción, así como el calentamiento global. Recientemente se opuso al Acuerdo de París.
Otro personaje no muy claro, es el millonario Harold Hamm, su principal asesor en materia energética, petrolero quien ha protagonizado diversos debates no sólo internos, también con Arabia Saudita por el precio del crudo. Ferviente impulsor de fracking que lo convirtió en multimillonario a pesar de los efectos ambientales de tan controvertida técnica, además apuesta a que Trump elimine regulaciones e implemente recortes fiscales en el ámbito petrolero que lo beneficiarían.
Por otro lado, Mike Rogers, experto en seguridad, dejó el grupo de transición de Trump, con lo que aumenta la posibilidad de que Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York durante los lamentables sucesos del 11 de septiembre, asuma una cartera de seguridad nacional o hasta Secretario de Estado. Durante su periodo de alcalde, si bien redujo la delincuencia en Nueva York, también se presentaron gran cantidad de demandas por abuso policiaco; paralelamente ha sido un promotor contra el aborto; favorece la xenofobia y el antisemitismo, y quien se hizo famoso por su política de “Cero Tolerancia”; otro postulado al mismo cargo sería John Bolton, republicano ultraconservador y embajador estadounidense ante la ONU; miembro de diversos grupos de investigación socio-política, se ha caracterizado por la dureza de sus posturas en materia de seguridad, nacional e internacional, de hecho fue uno de los más radicales para bombardear Irán.
Otro racista declarado y miembro cercanísimo de Trump es Bannon, presidente de Breitbart News, un medio de comunicación con claras tendencias racistas y de extrema derecha; ha sido acusado por sus comentarios contra los judíos y hoy por hoy su principal asesor.
Estos son sólo algunos de los personajes que estarían al frente del gabinete de Trump, lo que clarifica su estrategia para los siguientes cuatro años.
En otro rubro, a partir de la cuestionable elección de Trump, se incrementaron de manera alarmante los episodios racistas en prácticamente todos los Estados Unidos, por ejemplo aumentaron en un 69% los ataques verbales o físicos a los musulmanes, además se ha comprometido a deportar a más de 3 millones de indocumentados con antecedentes penales. De acuerdo al Southern Poverty Law Center (SPLC por sus siglas en inglés) una organización que registra y monitorea los incidentes raciales, a partir de la elección presidencial se han presentado más de 200 casos de odio, principalmente contra musulmanes, contra la comunidad Lésbico Gay y afroamericanos; además los más de 800 grupos supremacistas han salido a las calles, especialmente el KKK, quienes sostienen que su voto influyó en gran medida a favor de Trump…es probable.
Todo ello ha provocado que cientos de miles de personas salgan a las calles de diversas ciudades estadounidenses a protestar por al antidemocrática designación del republicano, incluso, se ha proyectado la separación de California de la Unión Americana, una circunstancia que, aunque muy difícil, es factible, incluso, los alcaldes de las más importantes ciudades californianas han declarado su férrea oposición a las probables políticas inmigratorias de Trump, paralelamente el gobierno mexicano instruyó a los consulados y a la propia embajada a la defensa de los connacionales que tengan algún problema migratorio o racista, además, pidió a la comunidad que no caiga en provocaciones de ninguna índole.
En el contexto económico, como ya lo he señalado en otras publicaciones, Trump pretende aumentar al 35% los aranceles a los productos mexicanos entre ellos, frutas, verduras, maíz, y otros granos; pescados y mariscos; hidrocarburos, principalmente crudo; instrumentos de óptica y médicos; tequila, cerveza, vinagre, algodón, textiles, plata, manufacturas de plástico, artesanía, automóviles y piezas mecánicas; café en grano y soluble; televisores, gas natural, conexiones eléctricas y manufacturas de acero y hierro, entre otros tantos. Cada uno de estos productos requiere de una cadena productiva y de comercialización, lo que al tazar un incremento semejante, perjudicaría no sólo la economía mexicana, sino la de Estados Unidos, y gran pérdida de fuentes de trabajo, en ese sentido el mercado latinoamericano y estadounidense colapsaría de inmediato, incluso, Donald Trump ha señalado que revisará los tratados comerciales y, en su caso, eliminarlos…un aislacionismo catastrófico.
Finalmente, cabe señalar que Rusia (ya socio bélico con Trump) incrementó de manera considerable sus ataques a Siria después de la elección, lo que provocó que Irán, China, Corea, y otros países con potencial nuclear estén a la expectativa de una desquiciada actitud bélica del republicano.