México, 24 jul (EFE).- La bebida mexicana más emblemática celebra este Día Internacional del Tequila con retos más allá de la pandemia, como un decreciente consumo interno y un aumento en las exportaciones que arriesgan la sostenibilidad del agave.
Pese a la crisis, la producción de tequila en México fue de 128 millones de litros en el primer semestre del año, un 4 % más que el mismo periodo de 2019, con un aumento de 3,6 % en las exportaciones, afirma Raúl García, presidente del Consejo de Agaveros de Jalisco.
“La emergencia sanitaria de COVID-19 parece que no afectó a esta agroindustria, ya que no ha parado la producción de tequila en México. Si la tendencia continúa, para diciembre del 2020 se romperá otro récord de producción de tequila y de exportación”, explica en entrevista con Efe.
El Día Internacional del Tequila se celebra este 24 de julio para conmemorar que la Unesco declaró como patrimonio mundial las antiguas instalaciones industriales de Tequila, el pueblo de Jalisco del occidente de México donde origina la bebida.
También nombró como patrimonio a los paisajes del agave, la planta de la que se extrae la bebida.
BRILLO EXTERIOR
La producción de tequila en México crece a un promedio de entre 5 % y 7 % anual desde hace 15 años, con un récord de 330 millones de litros en 2019, indica el Consejo de Agaveros de Jalisco.
Pero casi el 80 % se destina a Estados Unidos, precisa Andrés Rodríguez, presidente de la Academia Mexicana del Tequila, que promueve su importancia cultural.
En México, casi 90 % de la población “no conoce gran cosa del tequila” pese a ser la bebida icónica de la nación, lamenta el experto y catador.
“Es más amplio el conocimiento del tequila, cómo se produce y todo lo demás de principio a fin en los Estados Unidos, por obvias razones, en Estados Unidos quien se mete a estudiar el tequila se va hasta el fondo”, asevera.
El especialista aplaude el esfuerzo del Consejo Regulador del Tequila (CRT) para fomentar el respeto a la denominación de origen en los casi 70 países donde se vende.
Aun así, considera que el consumo en México “está descendiendo”, como exhibe una ficha informativa del Gobierno que muestra que 52 % de los mexicanos prefieren la cerveza y 26 % el tequila.
NUEVOS RETOS
Por la pandemia de COVID-19, se paralizó la industria de bebidas alcohólicas del 30 de marzo al 31 de mayo por la declaración de emergencia sanitaria.
Aunque algunas marcas grandes siguieron con sus exportaciones, productoras más pequeñas redujeron sus ventas hasta en 50 %, advierte Bernadette Guerrero, representante del proyecto Conexión Agave, que surge a raíz de la crisis para agrupar a los empresarios.
“Los destilados de agave, al inicio de la pandemia, estábamos pasando por un momento complicado y se propuso una alianza para sacar adelante las ventas de los productos”, indica la empresaria.
Conexión Agave agrupa a toda la familia de destilados de esta planta, que incluye también a bebidas como el mezcal y el bacanora.