México, 1 oct (EFE).- La presidenta de la organización no gubernamental Reinserta, Saskira Niño de Rivera, pidió este martes a las autoridades mexicanas aplicar la Ley Nacional de Ejecución Penal, ya que en las cárceles no hay “programas para las niñas y niños que visitan a sus madres y padres”.
Niño de Rivera presentó en el Senado mexicano el Diagnóstico de maternidad y paternidad en prisión, realizado por la ONG, según el cual más de 436 menores de edad viven en 11 centros penitenciarios del país sin haber cometido algún delito.
Al presentar las cifras en el Senado mexicano, En dicha ley, en los artículos 10 y 36, se establece que los niños mientras permanezcan con sus madres en prisión (hasta los 3 años de edad) deben recibir alimentación adecuada y servicios de salud, así como educación inicial y acceso a actividades recreativas, aunque en ningún apartado se contempla la reinserción social de los menores en la sociedad.
El diagnóstico apunta que en los 11 centros de readaptación social censados, ubicados en Nuevo León, Tamaulipas, Baja California Sur, Sinaloa, Estado de México, Ciudad de México, Guerrero, Puebla, Quintana Roo y Tabasco, hay 1.028 madres recluidas y 1.795 padres encarcelados.
De estos, 98 % no tienen hijos viviendo en un centro de reclusión pero 52 % son visitados por sus hijos en el reclusorio. Por ello, la organización sugiere que se desarrollen mecanismos y políticas públicas para el ejercicio de la paternidad en prisión, así como sanciones alternativas a la reclusión para madres y padres.
El senador Miguel Ángel Mancera dijo que ya fue presentada la iniciativa de reforma al artículo 166 del Código Nacional de Procedimientos Penales en materia de excepción a la prisión preventiva cuando se trate de mujeres jefas de familia.
Actualmente el apartado solo contempla prisión domiciliaria para embarazadas o mujeres en lactancia, siempre y cuando el juez de control lo permita.
Dos de cada diez hijos de madres encarceladas son cuidados por sus padres biológicos o adoptivos, mientras que seis de cada diez fueron cuidados por un familiar al momento de la detención.
Por otro lado, 54 % de las mujeres madres encarceladas reportaron ser sexualmente activas pero de estas el 52 % señalaron que el centro no les proporciona métodos anticonceptivos, por lo que 29 % de estas tuvo un embarazo en la prisión.