Washington, 23 ago (EFE).- El exdirector de Inteligencia Nacional James Clapper calificó hoy el discurso en Arizona del presidente Donald Trump como “francamente aterrador y perturbador”, y puso en duda que el multimillonario esté capacitado para dirigir la Casa Blanca.
Preguntado por el mitin que dio el magnate este martes en Phoenix, el exdirector de la inteligencia criticó con dureza las palabras del mandatario durante una intervención en la cadena CNN.
“Trabajé en una u otra forma para cada presidente desde e incluyendo a John F. Kennedy hasta el presidente (Barack) Obama. No sé si he escuchado y visto algo como esto viniendo de un presidente que sea más inquietante”, aseveró Clapper.
“Teniendo un cierto entendimiento de las herramientas de poder que están disponibles para un presidente si él elige usarlas, encontré esto francamente aterrador y perturbador”, aseveró en alusión al arsenal nuclear de Estados Unidos.
Al ser cuestionado sobre las aptitudes de Trump para el cargo, respondió: “Realmente cuestiono su aptitud para estar en esta oficina”, dijo. “También estoy empezando a preguntarme acerca de su motivación para ello, tal vez él está buscando una salida (del poder)”, aventuró.
Clapper dijo que Trump debería haber “parado” de hablar tras su discurso sobre la nueva estrategia estadounidense en Afganistán del lunes por la noche, cuando se mostró mucho más presidencial y midió sus palabras.
En su mitin en Arizona, el mandatario volvió a defenderse de las críticas por sus polémicos comentarios en respuesta a los enfrentamientos violentos de tinte racial ocurridos la semana pasada en Charlottesville (Virginia). Allí, un neonazi mató a una mujer al arrollar con su vehículo una manifestación antifascista que protestaba por la presencia de ultraderechistas en la ciudad, que a su vez rechazaban la decisión del alcalde de retirar una estatua de la Confederación.
“Lo que pasó en Charlottesville golpea al corazón de EE.UU.”, dijo Trump, quien acto seguido sacó del bolsillo unos apuntes en los que tenía recopiladas todas sus declaraciones al respeto y con los que trató de convencer a sus seguidores de que condenó los hechos desde principio, eludiendo sus comentarios más polémicos.
“Les di a los neonazis. Les di con todo. Cité a los supremacistas blancos, a los neonazis. Los cité a todos, veamos. El Ku Klux Klan, tenemos al Ku Klux Klan”, recordó Trump, que acusó a los medios de comunicación de ignorar estas condenas y de citar comentarios selectivos para hacerle quedar mal y ahondar en la división del país.
Trump, sin embargo, no replicó sus comentarios más polémicos, en los que acusó por igual a “los dos bandos” -antifascistas y neonazis- de la violencia que terminó con la muerte de la mujer. “Anoche en Phoenix leí las cosas de mis declaraciones en Charlottesville que los medios de noticias falsas no cubrieron de manera justa. ¡La gente lo entendió!”, dijo hoy el presidente en su cuenta de Twitter.
Además, el mandatario lanzó varias amenazas si no logra hacer avanzar su agenda política y criticó duramente a los senadores republicanos que representan a Arizona, John McCain y Jeff Flake, aunque no los citó directamente.
Entre otras cosas, aseguró que si no consigue fondos para la construcción del muro con México en el presupuesto del próximo año fiscal, que se negociará en el Congreso este septiembre, está dispuesto a incurrir en un cierre parcial del Gobierno.
También descartó que las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá, que empezaron la semana pasada, vayan a fructificar, y vaticinó el fin del acuerdo comercial entre los tres países.
“Debo ser honesto (…) personalmente no creo que podamos alcanzar un acuerdo, porque se han aprovechado de nosotros de mala manera. Ellos han hecho grandes negocios, los dos países pero especialmente México, que no creo que podamos alcanzar un acuerdo”, dijo Trump durante un mitin en Phoenix (Arizona).
“Creo -continuó el presidente- que probablemente terminaremos con el TLCAN en algún momento”.
Trump, a la defensiva, culpa a los medios de la “división” en EEUU
Acorralado por su ambigua reacción a la violencia racial de hace diez días en Charlottesville (Virginia), el presidente de EEUU, Donald Trump, adoptó este martes una estrategia defensiva y culpó a los medios de comunicación de manipular sus comentarios y de promover la división en el país.
El presidente reapareció tras unos días de contención en su escenario favorito: un mitin con sus incondicionales seguidores que abarrotaban por miles el Centro de Convenciones de Phoenix, en Arizona, y que también atrajo a centenares de detractores.
Trump habló de todo, pero se detuvo en los hechos ocurridos el 12 de agosto en Charlottesville, que le han generado numerosas críticas de líderes de su propio partido y el rechazo del mundo de los negocios, con numerosas dimisiones en sus consejos asesores de empresarios, que se vio obligado a disolver.
En Charlottesville, un neonazi mató a una mujer al arrollar con su vehículo una manifestación antifascista que protestaba por la presencia de ultraderechistas en la ciudad, que a su vez rechazaban la decisión del alcalde de retirar una estatua de la Confederación.
“Lo que pasó en Charlottesville golpea al corazón de EEUU”, dijo Trump, que acto seguido sacó del bolsillo de su traje unos apuntes en los que tenía recopiladas todas sus declaraciones al respeto y con los que trató de convencer a los suyos de que condenó los hechos desde principio eludiendo sus comentarios más polémicos.
“Les di a los neonazis. Les di con todo. Cité a los supremacistas blancos, a los neonazis. Los cité a todos, veamos. El Ku Klux Klan, tenemos al Ku Klux Klan”, recordó Trump, que acusó a los medios de comunicación de ignorar estas condenas y de citar comentarios selectivos para hacerle quedar mal y ahondar en la división del país.
Trump, sin embargo, no replicó sus comentarios más polémicos, en los que acusó por igual a “los dos bandos” -antifascistas y neonazis- de la violencia que terminó con el asesinato de la mujer.
Además de Charlottesville, Trump habló de muchos otros asuntos, empezando por el muro y la frontera, que este martes visitó por primera vez desde que es presidente.
Amenazó con un “cierre de Gobierno” si el Congreso no aprueba los fondos para construir el muro: “Créanme, si cerramos el Gobierno, vamos a construir ese muro”.
También respecto a México, el presidente vaticinó el fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuyas renegociaciones apenas empezaron la semana pasada.
“Debo ser honesto (…) personalmente no creo que podamos alcanzar un acuerdo, porque se han aprovechado de nosotros de mala manera. Ellos han hecho grandes negocios, los dos países pero especialmente México, no creo que podamos alcanzar un acuerdo”, dijo Trump.
“Creo -continuó- que probablemente terminaremos con el TLCAN en algún momento”.
El presidente tuvo algunas de las pocas palabras conciliadoras del mitin para el líder norcoreano, Kim Jong-un:
“Respeto el hecho, de que creo, que está empezando a respetarnos. Respeto eso, lo respeto mucho”.
“Quizás, seguramente no, pero quizás algo positivo pueda salir de esto”, añadió Trump, insinuando unos eventuales diálogos con Pyongyang tal y como también hizo horas antes su secretario de Estado, Rex Tillerson.
Y aunque en Arizona se esperaba que Trump anunciase un indulto para el polémico exsheriff Joe Arpaio, conocido por sus medidas antiinmigrantes, el presidente dijo que no quería “crear ninguna controversia” esta noche.
“Voy a hacer una predicción, creo que él va a estar bien”, dijo sin embargo Trump, dejando claro que próximamente indultará al exsheriff, que podría ser condenado a seis meses de cárcel por desacato a los tribunales en un caso de discriminación racial a hispanos.
Una vez finalizado el mitin, policías lanzaron gases lacrimógenos contra algunos de los manifestantes que se habían acercado a Phoenix para protestar contra Trump y que a su vez lanzaron botellas y piedras a los uniformados, según la versión oficial.