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Trump gana Florida y se pone 216 a 197 sobre Clinton

Millones de ciudadanos de Estados Unidos deciden su futuro entre dos candidatos antagónicos y con visiones opuestas: el magnate republicano Donald Trump, sin experiencia política, o la demócrata Hillary Clinton quien podría convertirse en la primera mujer en llegar a la Casa Blanca.

Al fin de una larga campaña de un tono sin precedentes, el mundo espera en vilo el resultado de esta elección presidencial, marcada por uno de los duelos más reñidos de la historia de Estados Unidos.

Los primeros resultados otorgan 216 votos electorales a Donald Trump, mientras que Hillary Clinton tiene 197.

El magnate obtuvo la victoria en los estados de Wyoming (3), Dakota del Norte (3), Dakota del Sur (3), Nebraska* (5), Kansas (6), Oklahoma (7), Texas (38), Arkansas (6), Mississippi (6), Alabama (9), Tennessee (11), Kentucky (8), Indiana (11), Carolina del Sur (9), West Virginia (5), Louisiana (8), Montana (3), Missouri (10), Ohio (18), Florida (29), California (55), Hawaii (4), Idaho (4), Carolina del Norte (15).

La ex secretaria de Estado ganó los estados de Illinois (20), Washington D.C. (3), Maryland (10), Delaware (3), New Jersey (14), Connecticut (7), Rhode Island (4), Massachusetts (11), Vermont (3), Nueva York (29), Virginia (13), Colorado (9), Oregon (7).

La batalla en Florida se mantiene al rojo vivo. Hillary Clinton y Donald Trump se sobreponen el uno al otro cada nuevo reporte del recuento de votos. El Estado del Sol, con cerca de 13 millones de votantes registrados, es clave para el triunfo de ambos candidatos, quienes buscan hacerse con sus 29 votos o circunscripciones electorales.

La elección de este martes distribuye votos para el colegio electoral de 538 integrantes, de forma que un candidato precisa de por lo menos 270 votos para llegar a la Casa Blanca. Este peculiar sistema es observado, por primera vez, por la OEA.

Después de 693 días —23 meses— de drama, insultos, escándalos y más escándalos, la campaña dejó a una población exhausta. Un 82% de los estadounidenses se declararon asqueados en un sondeo reciente.

Los dos candidatos no podían ser más diferentes: de un lado Hillary Clinton, figura política desde hace 25 años, a quien la mitad de los estadounidenses detesta y duda de su honestidad. Esposa del ex presidente Bill Clinton (1993-2001), fue seguidamente primera dama, senadora y luego secretaria de Estado de Obama.

Menos querido aún, Donald Trump, millonario ex estrella de televisión y sin haber sido electo nunca, supo interpretar como nadie -y contra los pronósticos de todos- los temores de una clase media blanca frustrada en un mundo en mutación.

Una presidencia de Clinton aportaría continuidad a los ocho años de Barack Obama en la Casa Blanca, aunque si los republicanos retienen el control de al menos una cámara en el Congreso, podrían venir más años de estancamiento político.

Un triunfo de Trump podría agitar algunos de los cimientos fundacionales de la política exterior estadounidense, como la alianza de la OTAN y el libre comercio, y revertir ciertos logros de Obama a nivel local, como su ley de salud de 2010.

Además de la elección presidencial, los demócratas intentarán arrebatar la mayoría del Senado (54 de 100 curules) de los republicanos, mientras que la Cámara de Representantes deberá permanecer, salvo una gran sorpresa, en manos de los conservadores.

Una alegre Clinton votó temprano, poco después de las 8 a.m. en una escuela cerca de su casa en Chappaqua, en el estado de Nueva York.

“Haré lo mejor que pueda si tengo la oportunidad de ganar”, dijo al salir, acompañada por su esposo, el ex presidente Bill Clinton, y rodeada por más de un centenar de simpatizantes.

Unas tres horas después, Donald Trump votó en una escuela cerca de la Trump Tower en Manhattan, bajo los abucheos de simpatizantes de su rival y una fuerte presencia de periodistas.

Con rostro serio, votó junto a su esposa Melania, en cabinas distintas. “Una difícil opción”, bromeó después.

Los dos candidatos tienen previsto realizar “fiestas de la victoria” para esperar los resultados al final de la jornada, ambos en Nueva York: él en un hotel en la 6a avenida, ella a unos tres kilómetros, en el Centro de Convenciones Jacob K. Javits.

*En el estado de Nebraska los votos electorales se pueden dividir entre los candidatos.

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