Por Ernesto I. Garibay Mora
Señor Presidente Enrique Peña Nieto:
Entiendo su limitada capacidad intelectual, se pueden asimilar sus lamentables errores políticos, su demagogia y hasta el fusil de su tesis, todo ello ha sido, si no perdonable, sí parte de un quehacer político histórico en nuestro país; pero esta vez ha ido mucho más allá de lo permitido, su reunión en privado con el nefasto Donald Trump.
¿A quién se le ocurrió tan brillante idea? ¿Con qué bases argumenta usted que está interesado en la protección de los mexicanos donde quiera que estén? Sólo a usted se le pudo ocurrir que un demagogo y populista como Trump vendrá a negociar, en todo caso ¿negociar qué? Eso que usted hizo es sólo un síntoma de debilidad, una actitud vil y reprobable que nos daña y hiere.
Aun cuando la invitación para visitar México, haya sido extendida a los dos candidatos presidenciales, Hillary Clinton y Trump, usted, señor, no tiene la mínima capacidad para influir en las decisiones políticas una vez que, cualquiera de ellos llegue a la Casa Blanca, que además, las posiciones estadísticas dan un porcentaje alto a Clinton, usted y sus brillantes asesores ¿prospectaron la real posibilidad de que Hillary sea la próxima presidenta de Estados Unidos? ¿En qué papel queda México y los mexicanos, sobre todo aquellos que se encuentran, con papeles o no, en territorio estadounidense?
La sociedad civil, políticos e intelectuales se oponen a tal visita, no es aceptable que este nefasto tipejo de Trump pise suelo mexicano; su sola presencia nos ofende y agrede y eso, señor presidente, es inaceptable. Su posición, desde el momento en que emitió tal invitación es detestable y digna de un reproche nacional. Usted será juzgado, no sólo por sus inconsistencias políticas, sino por una traición a los mexicanos.
¿Es tiempo de reconsiderar? No…no hay tiempo para ello, a no ser que usted, públicamente condene las políticas racistas e intolerantes del malquerido Trump, de no ser así, usted pasará a la historia como un presidente que se bajó los pantalones ante un ser detestable como Trump.