El Paso (TX), 4 ago (EFEUSA).- La región fronteriza entre Estados Unidos y México, que se extiende a lo largo de más de 2.000 millas y donde viven 80 millones de personas, busca erigirse en una sola voz para ganar influencia en los dos países y a nivel global.
Esas fueron las conclusiones de la primera jornada de la Cumbre de la Frontera EE.UU.-México 2016, que se celebró hoy en la ciudad de El Paso (Texas) y en la que participaron representantes políticos, funcionarios, empresarios y sociedad civil.
Todos ellos, destacaron la importancia y la necesidad de que esta inmensa región que abarca desde la frontera San Diego-Tijuana a Brownsville-Matamoros, pacte una posición común ante los gobiernos de México y Estados Unidos en temas estratégicos.
La embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, destacó que las buenas relaciones en la zona fronteriza repercuten en todo el país, por lo que remarcó su valor e importancia.
En la reunión también participó su homólogo mexicano, Carlos Manuel Sada.
En la cumbre se destacó la fuerza económica de la región fronteriza, que genera un PIB anual combinado de unos 3,8 trillones de dólares, en su mayoría en el cruce comercial diario en los puentes internacionales.
El representante demócrata en el Congreso Beto O’Rourke ejerció de moderador entre ambos embajadores y habló de la necesidad de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en la región fronteriza, así como de las consecuencias del Acuerdo Transpacífico (TTP).
O’Rourke dijo que representa una incógnita si este tratado internacional beneficiará o perjudicará a los trabajadores del lado mexicano de la frontera y recordó que muchas personas perdieron su empleo en el lado estadounidense tras la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“Después del NAFTA (TLCAN), que creció la economía de esta región, que supuso más intercambio comercial por nuestros puentes, ya en esta comunidad uno de cada empleo está conectado al intercambio comercial. Al mismo tiempo a muchas familias les destruyó sus trabajos, sus oportunidades”, recordó a Efe el congresista.
Los empresarios, por su parte, también apoyaron la iniciativa de unir esfuerzos ante los dos gobiernos.
El director ejecutivo de Brownsville Unidos, Mike González, afirmó: “Sabemos que la frontera es un corredor que activa todos los días el comercio, el intercambio cultural, y tiene un espíritu empresarial y oportunidades económicas vibrantes”.
El presidente de la asociación de empresarios Desarrollo Económico de Ciudad Juárez, Benito Fernández, recordó la historia de violencia que acompaña a ciudades mexicanas como la suya o Tijuana, un estigma que estancó su progreso.
“Se ha aprovechado nuestra estrecha relación con las ciudades hermanas del norte (Estados Unidos) para crear una economía robusta y mejorar la calidad de vida de nuestros residentes”, concluyó.
La cumbre se reanudará mañana en su segunda y última sesión al otro lado de la frontera, en Ciudad Juárez.